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El cuidado de la piel en invierno

La piel es nuestra valiosa barrera de contacto con el medioambiente. En general, conocemos muy bien los efectos del sol y del calor en la epidermis.

¿CÓMO AFECTAN EL FRIO, EL VIENTO Y LOS CAMBIOS BRUSCOS DE TEMPERATURA?

Los dermatólogos coinciden en señalar que durante el invierno detectan una reactivación de las consultas por problemas y enfermedades derivadas de la exposición al frío. Sequedad, tirantez, aparición de rojeces, sabañones, dermatitis atópica…. Son algunos de los más claros ejemplos.
El efecto principal del frío en la piel es la congestión y esto lleva a su deshidratación. Y ¿cómo lo hace? El frio contrae las venitas produciendo vasoconstricción.  Llegan menos nutrientes y oxígeno frenando la renovación celular. Así, la  capa formada por células muertas engrosa y dificulta que nuestra propia secreción de grasa llegue a la superficie para lubricarla, impermeabilizarla y evitar la  deshidratación. El sistema inmunológico de la piel  también se ve disminuido de tal manera que la piel queda mas desprotegida y sensible.
Por otra parte, en invierno sudamos menos y producimos menos  agentes hidratantes naturales como el NMF, urea etc.
Los  cambios bruscos de temperatura provocan una brusca vasodilatación periférica y como consecuencia aparecen rojeces, cuperosis…
La edad es otro factor a tener en cuenta. Los niños, los mayores y las mujeres tras la menopausia  la tienen mucho más seca y sensible.
El viento y  las calefacciones producen una mayor evaporación de agua  de la epidermis.
El resultado de todo esto es una piel más seca, descamada y sensible.

¿QUÉ ZONAS DEBEMOS CUIDAR MAS?

En primer lugar la más expuestas: el rostro y las manos. Son especialmente sensibles los labios, las mejillas y el contorno de los ojos.
En segundo lugar las piernas, codos y brazos. En general, la zona de la nariz, frente y mentón es más grasa que las mejillas.

DECALOGO PARA CUIDAR LA PIEL CUANDO HACE FRIO

  1. No se debe esperar a que  la piel sufra sino aumentar sus cuidados antes y de forma continuada.
  2. Elegir una buena crema hidratante es una regla básica. Siempre adaptada a nuestro tipo de piel y específica para las pieles problemáticas (atópicas, rosácea, psoriasis).
  3. Aplicar bálsamos labiales muy emolientes. Los labios son muy delicados y pueden den llegar a sangrar.
  4. Protege bien las manos y pies  con guantes, calcetines y calzado apropiado. Las cremas de manos son muy convenientes.
  5. Utilizar tejidos naturales  que permitan la transpiración.
  6. Evitar duchas y baños con agua muy caliente puesto disminuyen la barrera lipídica.
  7.  No calentarnos bruscamente con radiadores o mantas eléctricas .Se favorece la aparición de  pequeños vasos dilatados (varículas) y  rojeces antiestéticas.
  8. Tener presente el fotoprotector  solar especialmente en días soleados y en la montaña.
  9. Beber agua y llevar una dieta sana y variada. De lo contrario complementar con antioxidantes y vitaminas del grupo B,A,C y E.
  10. Utilizar para la higiene  productos muy suaves y que no resequen. Aunque tengan buen aspecto, no son todos iguales.

La fiebre en los niños

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LA FIEBRE ¿AMIGA o ENEMIGA?

La fiebre es un síntoma, no una enfermedad y puede deberse a enfermedades leves o graves. Afortunadamente, la mayoría de las veces la fiebre en el niño se debe a infecciones leves, generalmente de origen vírico, que no precisan antibióticos y remiten solas en pocos días.

¿CÓMO SE REGULA LA TEMPERATURAS CORPORAL?

El que se mantenga dentro de unos límites que raramente sobrepasan los 41-42ºC, se debe a la presencia en un centro en el cerebro que regula la producción y pérdida de calor.
Para aumentar la temperatura se produce una contracción de los músculos y, cuando se precisa más calor, se producen contracciones más intensas (escalofríos).
Para bajar la temperatura, el principal mecanismo de nuestro organismo es la sudoración.

¿CÓMO SE MIDE LA TEMPERATURA CORPORAL?

Mediante un termómetro fiable digital situado debajo de la lengua, la axila, el recto, la ingle o el oído (conducto auditivo externo).  Se mantendrá durante unos segundos hasta que pite o aparezca la señal de terminado.
La medición en el oído con un termómetro timpánico es muy rápida (1 s) pero es menos exacta sobre todo en menores de 2 años.  Determinar la temperatura por  palpación con la mano no se considera fiable.
Se considera normal una temperatura 36,5-37ºC. Si se ha tomado en el recto puede ser 0,5ºC superior.

¿CUÁNDO ACUDIR AL PEDIATRA?

  • Depende del estado general del niño. Con 37,5ºC adormilado, con vómitos o dolor de cabeza o abdominal, probablemente, está más enfermo que otro con 40º que juega tranquilo.
  • Si lleva más de 3 días con fiebre igual o superior a 38ºC.
  • Si tiene 39ºC o más.
  • Si es menor de 3 meses y tiene 38ªC o más..

En cualquier caso es aconsejable contactar con el pediatra o el farmacéutico lo antes posible, para poner en conocimiento o seguir sus consejos. Si no es posible, acudir a urgencias pediátricas.

¿CUÁNDO ACUDIR A URGENCIAS?

  1. Tiene dificultad para despertar o interactuar. Delira o está confuso.
  2. No mueve un brazo o una pierna (cojea).
  3. Tiene dificultad para respirar (ahogo o respiración rápida)
  4. Aparecen manchas en la piel moradas
  5. Está muy pálido o tiene color azulado, llora constantemente
  6. Tiene una convulsión (contracción involuntaria del cuerpo y/9 extremidades) causada por la fiebre.

¿QUÉ HACER SI TIENE UNA CONVULSION FEBRIL?

Afloje su ropa y no intente ponerle nada en la boca (chupete etc.). Después de la convulsión como se queda somnoliento y confuso no le de alimentos. En la mayoría de los casos desaparece por sí sola y el niño se recupera sin ninguna secuela. Afortunadamente es poco frecuente (3-5% entre 6 meses y 5 años). La mayoría duran segundos o pocos minutos. No se asuste ya que en la mayoría de los casos no es grave. Si esto ocurre coloque al niño echado y de lado.

¿CÓMO TRATAR LA FIEBRE EN CASA?

  • El niño con fiebre no tiene por qué estar en la cama si se encuentra bien.
  • El contacto con el aire no es peligroso y en principio, no hay inconveniente en ir a su pediatra.
  • No abrigarlo excesivamente.
  • Ofrecerle a menudo pequeñas cantidades de agua sola o con azúcar.
  • No darle baños fríos ni hacer friegas con alcohol o colonia ya que puede absorberse a través de su fina piel. Es mejor humedecerlo con agua utilizando una esponja o pañito.

Los fármacos de elección son en  el paracetamol (1º) y el ibuprofeno. Ambos disminuyen la temperatura y alivian el malestar/dolor.
Las presentaciones habituales son por vía oral, en solución, gotas, comprimidos bucodispersables y en ocasiones en sobres. El ibuprofeno no conviene tomarlo con el estómago vacío, y no se debe administrar si el niño está vomitando o se encuentra deshidratado. En estos casos es mejor un supositorio de paracetamol.