Nuestra sonrisa es, en muchas ocasiones, nuestra mejor carta de presentación. Tener una sonrisa bonita y sana es fundamental en nuestro día a día. Lejos de un carácter meramente estético, mantener nuestra boca sana puede ser un gran aliado para nuestra salud. La boca es la entrada a nuestro organismo de numerosos gérmenes y otros contaminantes presentes en la atmósfera.
Una mala higiene bucal está relacionada con numerosos trastornos en nuestro organismo. La enfermedad periodontal parece estar detrás de partos prematuros o bebés de bajo peso al nacer. También incrementa el riesgo de padecer diabetes o enfermedades tipo cardiovascular.
Mantener una boca sana es fácil si se sigue una rutina diaria de cuidados muy básicos. A continuación detallo los pasos a seguir para conseguir que nuestra boca se mantenga sana y nuestro organismo también.
1. Cepillado de los dientes:
Este es el primer paso básico y fundamental para tener una boca sana. Debemos cepillarnos los dientes después de cada comida, durante un tiempo no inferior a dos minutos. Se debe pasar por todas las superficies de los dientes siguiendo un orden para no olvidar ninguna zona. El cepillo de dientes debe tener unas cerdas suaves que no agredan el esmalte dentario ni las encías, y se debe renovar cada tres meses.
2. Eliminar la placa bacteriana:
Si con el cepillado no hemos podido eliminar toda la placa bacteriana de los dientes, podemos utilizar hilos o sedas dentales para barrer restos de comida que puedan quedarse entre los dientes. También podemos utilizar irrigadores bucales que emiten chorros de agua a presión para llegar a aquellas zonas que el cepillo no puede limpiar.
3. Utilizar enjuagues bucales:
Para que la higiene sea completa, se debe utilizar un colutorio tras el cepillado. Estos enjuagues bucales, además de colaborar en la limpieza de nuestra boca, nos proporcionan un aliento fresco y limpio.
4. Visitas periódicas al dentista:
Para que valore el estado de nuestros dientes y detecte posibles casos de enfermedad periodontal (caries, gingivitis, halitosis) antes de que nos afecte de forma más grave a nuestro organismo.
5. Evitar el tabaco:
Además de ser muy nocivo para nuestra salud, el tabaco provoca tinción en los dientes, mal aliente, pérdida de piezas dentales e incrementa el riesgo de padecer cáncer bucal.
6. Llevar una alimentación sana y variada:
Se deben evitar los alimentos excesivamente azucarados, especialmente bollería industrial, y los alimentos que contengan una alta pigmentación, como son el vino y el café.
Evitar comer entre horas y no utilizar los dientes como utensilio para abrir cosas.
7. Precaución con los grupos de riesgo:
Las mujeres embarazadas deben extremar su higiene bucal. Durante el embarazo existe mayor riesgo de caries y enfermedades gingivales.
Además se debe vigilar la higiene dental de los más pequeños desde el momento mismo en que empiezan a tener sus primeras piezas dentales.
Con la ortodoncia el cepillado de dientes y del aparato debe ser minucioso.
Conviene utilizar productos específicos que se adecuen a nuestro estado bucodental.